17 preseleccionados -individuales unos, en parejas o insertos en pequeños grupos familiares otros-, fueron elegidos por el Jurado del III Concurso de Indumentaria Tradicional Aragonesa de las Fiestas de la Oliva de 2022. Mª Jesús Ruiz y Carlos Porro, los miembros del jurado y verdaderos expertos en la materia, acabaron tomando decisiones en las que se decantaron por trajes que, en su mayoría, combinaban con armonía y elegancia prendas antiguas con prendas modernas. En dos de los casos, se decidió que los premios fueran compartidos.
Carlos Porro (Etnógrafo e investigador de la Fundación Joaquín Díaz) y Mª Jesús Ruiz (coordinadora de indumentaria de la Asociación Universitaria de Folklore Aragonés Somerondón) trabajaron duro toda la mañana para seleccionar a los participantes de la Ofrenda mejor vestidos y, posteriormente, para tomar las decisiones finales sobre el visionado de las fotos de los preseleccionados.
Los premios otorgados finalmente por el jurado fueron los siguientes:
• Premio masculino: SERGIO GONZÁLEZ COLÁS
• Premio femenino: HERMANAS ALEMANY ESPÉS
• Premio especial: Compartido por SARA CAMPOS JIMÉNEZ y MARÍA LONGÁS BEAMUD.
• Premio infantil: Compartido por las niñas IZARBE Y ADELA CIUDAD DE BAYA y por el niño CAYETANO NAVARRO GIL.
El jurado estimó que había piezas realmente muy buenas, algunas excelentes y singulares pero valoraron también la buena ejecución de algunas prendas de confección actual que, combinadas con armonía y buen gusto, destacaban sobre el conjunto. Todo ello, unido a detalles como los peinados, los complementos, la manera de llevar los trajes, la buena colocación de los mantones, determinaron la elección de los premiados.
En el caso del PREMIO MASCULINO se otorgó al traje vestido por Sergio González Colás: un traje de fiesta o de domingo, ajustado en materiales y formas al uso tradicional, adecuado a la edad del participante y con una destacable armonía de colores.
En el caso del PREMIO FEMENINO se otorgó a las Hermanas Alemany Espés, un buen ejemplo de acertada conjunción del estilo antiguo con la nueva confección. Portaban unos mantones antiguos, muy bien colocados, zapatos bordados, medias caladas de mujer, una medalla antigua de la Virgen del Pilar y, en su conjunto, ambas hermanas ofrecían una estampa muy bonita.
El PREMIO ESPECIAL se decidió que lo compartieran Sara Campos Jiménez y María Longás Beamud. Ambas vestían perfectas. Por un lado, Sara Campos llevaba un traje antiguo en su totalidad, un traje de transición, de principios del siglo XX, cuando estaban perdiéndose las formas más tradicionales e incorporándose los usos más urbanos. Destacaba en el conjunto una pelerina muy bonita, tejida con pelo de cabra, un delantal de seda y terciopelo, un cuerpo con plisados en cuello y mangas y una falda de algodón con pasamanería en los bajos. Por otro lado, María Longás lucía perfecta, desde su elegante porte y manera de llevar el traje hasta la conjunción de un mantón de Manila antiguo isabelino con bordados orientales hasta sus complementos (cadena, medalla, abanico, pendientes, peineta de hueso, zapatos bordados), muy bien peinada también y armonizando con una falda de nueva confección de percal estampado.
También este año, el jurado decidió otorgar un PREMIO INFANTIL que compartirán las hermanas IZARBE Y ADELA CIUDAD DE BAYA y el bebé CAYETANO NAVARRO GIL. Las dos niñas, Izarbe y Adela eran una buena representación de conjunción de lo antiguo y lo moderno, adecuación a su edad, buena colocación de unos mantones antiguos de ala de mosca, muy buena ejecución de la parte moderna y, a juicio del jurado, una excelente demostración de que se puede vestir elegante con trajes populares. Por otro lado, se valoró a un bebé que acompañaba a un grupo familiar muy bien vestido también. Cayetano portaba un traje festivo de bebé, con dos gorritos, blanco uno y el exterior a juego con el traje. Complementaban babero, amuletos (uno de ellos una pata de tejón), sonajero, chupador y un faldón muy apropiado.