Viernes, 10 de diciembre. Centro Cívico Cultural. 21:30 horas
En su debut como directora, Manele Labidi tira de su propia experiencia para hablarnos sobre el siempre difícil regreso a casa, la convivencia entre pasado y presente en una sociedad en la que tradición y modernidad chocan. «Un diván en Túnez» es una historia de reintegración y superación con una joven tunecina que, tras estudiar en París durante varios años, regresa a su país de origen para instalar una consulta psiquiátrica. La película recibió el Premio del Público en el Festival de Venecia, además de varias nominaciones en diferentes festivales de cine.
La protagonista de “Un diván en Túnez” es Selma, una joven tunecina que, tras varios fracasos personales y laborales en París, decide regresar a su país de origen y establecer una peculiar consulta de psicoanálisis en un cuarto situado en el tejado de casa de sus tíos. Contra todo pronóstico, y gracias a la ayuda también peculiar de una peluquera, Selma acaba gozando de una generosa clientela, la mayoría con problemáticas nada clásicas, cuando no delirantes.
La película araña la superficie de los conflictos que plantea, desde la idea de la mujer independiente en una sociedad conservadora y machista -pese a que el relato acontece poco después de las revueltas de la Primavera Árabe y el subsiguiente proceso de liberalización- hasta los laberintos de la burocrática administración pública y la corrupción policial, pasando por el choque cultural que supone el retorno a Túnez para una joven educada y cultivada en Europa.
Y todo ello en clave de comedia, pues su directora, la franco-tunecina Manele Labidi, afronta la realidad tomando una distancia cómica, lo que no impide el retrato más introspectivo y crítico de algunas de las problemáticas a las que se enfrenta su protagonista.
Han dicho de la película que “bien podría haberla firmado Woody Allen” y lo cierto es que una película muy agradable, elocuente y seductora, sobre un lugar lejano y cercano, y con un personaje femenino libre y entrañable.