Viernes, 29 de octubre. Centro Cívico Cultural. 21:30 horas.
La directora argelina Mouina Meddour presenta su ópera prima con un emocionante y apasionado drama de cine combativo y social en el que reflexiona sobre la fragilidad de la mujer en los países árabes. Basada en hechos reales, hace una atractiva exposición de un grupo de jóvenes universitarias que ofrecen una casi divertida resistencia contra el avance del fundamentalismo. En los Premios César obtuvo el reconocimiento a la mejor ópera prima y mejor actriz revelación. En la Seminci de Valladolid se le otorgó el Premio del Público y el de Mejor Nuevo Director, siendo también seleccionada para representar a Argelia en los Oscar.
Argelia, años 90. Nedjma, de 18 años, estudiante alojada en la ciudad universitaria de Argel, sueña con convertirse en estilista y se niega a que los trágicos sucesos de la guerra civil argelina le impidan llevar una vida normal y salir por la noche con su amiga Wassila. Al caer la noche, se escurre entre las redes del alambrado de la ciudad con sus mejores amigas para acudir a la discoteca donde vende sus creaciones a las «papichas», las jóvenes argelinas. La situación política y social del país no deja de empeorar. Nedjma se niega a aceptar las prohibiciones de los radicales y decide luchar por su libertad e independencia organizando un desfile de moda.
Nedjma, la Papicha del título (en argelino, “chica guapa y rebelde”) es una mujer inteligente, está dotada para la moda y el diseño, estudia y se siente feliz con lo que hace. Además, cuenta con una madre muy tolerante y una hermana periodista, pero todo va a ir desmoronándose poco a poco. Si en unos primeros instantes de la película sólo es un tronar que se ofrece fuera de campo, conforme avanza el largometraje es la brutalidad y la intransigencia quien van imponiéndose, hundiendo las convicciones propias en un pozo desolador. La intoxicación mediática empuja el discurso machista: la obligación de llevar velo, la sumisión completa al marido o al hermano, la postergación de la mujer en sociedad… A tales necedades y dislates crueles van a tener que ir enfrentándose, además de soportarlos y padecerlos, las jóvenes universitarias de espíritu libre y mente inquieta. Por hablar francés y no árabe se penaliza; caminar sola por la calle es el sendero del martirio; subirse a un autobús sin taparse el cabello, un infierno… En definitiva, una película muy auténtica y con un discurso claramente feminista.