Tanto el cálculo como el plan de reducción de emisiones han sido inscritos en el registro de Huella de Carbono, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono del Ministerio para la transición ecológica y el reto demográfico, habiendo obtenido el sello correspondiente.
La huella de carbono calculada es un indicador ambiental definido como el sumatorio de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) emitidas directa o indirectamente cuyo alcance incluye la actividad desarrollada en todos los edificios, instalaciones y vehículos que son propiedad del Ayuntamiento.
La lucha contra el cambio climático es un compromiso municipal desde hace tiempo y el cálculo de la huella de carbono pretende contribuir a ese objetivo. Conocer el origen de las emisiones de GEI es el punto de partida para establecer un adecuado plan de reducciones de emisiones al permitir identificar los puntos críticos. Por ello, se han recogido las emisiones directas e indirectas desde el 1 enero y el 31 de diciembre de 2019 para evitar el efecto distorsionador que se haya podido producir en el año 2020 como consecuencia de la pandemia COVID-19. Las emisiones totales de CO2 equivalente obtenidas han sido de 5.912,19 toneladas, lo que supone 9,69 toneladas de CO2 equivalente por km2 y 0.35 toneladas por habitante.
También se ha establecido como objetivo la reducción de un 5% de las emisiones para el año 2023 y, para ello, se va a continuar aplicando medidas con incidencia en el alumbrado público, en la iluminación y climatización de los edificios municipales y en el transporte de los vehículos municipales, principalmente.
Todas las medidas que se lleven a cabo van a estar enmarcadas en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. En concreto, con los #ODS 11 #ODS 12 #ODS 13.