Viernes, 26 de noviembre. Centro Cívico Cultural. 21:30 horas
Tras este intrigante título “Nunca, casi nunca, a veces, siempre” hay una película extraordinaria que recibió el Gran Premio del Jurado en el Festival de Berlín, el Premio Especial del Jurado en el Festival de Sundance, el Premio TVE “Otra mirada” en el Festival de San Sebastián, Mejor Película Revelación en los National Board of Review, entre otras muchas nominaciones. Considerada como una de las mejores películas de 2020, es un soberbio, descarnado y emotivo viaje sobre la adolescencia acosada, en la que las intensas emociones desbordan la pantalla.
Autumn es una adolescente normal de 17 años en una pequeña ciudad de Pennsylvania que descubre que está embarazada. Por miedo a la respuesta de su madre y su padrastro decide acabar con el embarazo, pero no recibe mucha ayuda en la clínica sin la autorización de su madre. Sin saber qué hacer decide acabarlo por su cuenta cuando su prima Skylar descubre lo que pasa y decide ayudarla. Juntas emprenden un viaje a Nueva York buscando ayuda más allá de su estado natal. Lo que en un principio iba a ser un corto viaje de ida y vuelta, se complica más de lo esperado. “Nunca, casi nunca, a veces, siempre” es un perfecto retrato de la realidad de cientos de jóvenes en los Estados Unidos y un reflejo del complicado sistema de salud estadounidense.
“Nunca, casi nunca, a veces, siempre” es algo más que un alegato en favor de la libertad de decidir interrumpir un embarazo. También un descorazonador fresco sobre la violencia machista estructural a la que se enfrentan las niñas, chicas y mujeres hoy en día.
Está dirigida por Eliza Hittman, una directora sobresaliente, dotada de una personalidad y una estética muy singulares, que dirige con guante de seda a sus jovencísimos elencos y que está muy interesada en explorar un terreno temático-narrativo muy concreto: los conflictos y fragilidades asociados a la postpubertad.